La democracia española cada día avanza más coja, como una vieja dama enferma, que se atrinchera en su torre de marfil, atesorando añoranzas y acumulando telarañas, en lugar de abrir las ventanas, dejar entrar el aire fresco de la calle y regenerarse, de una vez por todas, escuchando nuevas voces y discursos alternativos, que le ayuden a ser, sino más joven, al menos sí más sana y más fuerte.
Sin embargo, lejos de mirar hacia adelante para tomar impulso, la democracia española languidece, incapaz de cumplir los sueños de justicia social, reparto equitatitvo de la riqueza, sostenibilidad e igualdad. De los nuevos derechos de ciudadanía, eutanasia, por ejemplo, o legalización de las drogas, mejor ni hablamos. Y en la república, por supuesto, ni pensar. No vaya a ser que los poderes fácticos se enfaden.
Somos muchas las personas que no nos sentimos cómodas con un modelo que consagra el capitalismo, la monarquía y ahora el bipartidismo. Tal vez por ello nos quieran fuera de las instituciones, amordazados y mirando a la pared por rojos, revolucionarios y utópicos. La verdad es que estoy indignado. Los medios de comunicación, salvo honrosas excepciones, no se han hecho eco de una noticia que, en mi opinión, socava aún más, si cabe, la credibilidad de la democracia (¿?) española.
El Congreso de los Diputados ha cerrado la puerta definitivamente a la reforma de la Ley Electoral, de 1985, perpetuando, de este modo, el castigo, tan arbitrario como ilegítimo, contra Izquierda Unida, que con prácticamente un millón de votos sólo tiene dos escaños. Lógicamente, PSOE, PP y las formaciones nacionalistas se han opuesto a corregir la desproporcionalidad que genera este sistema, demostrando, como siempre, que priman su poder sobre el valor y la esencia de la democracia. Así nos va.
Javier Madrazo Lavín 
La Historia nos enseña que este modelo de «democrácia» anquilosada ya ha fracasado estrepitosamente en diversas ocasiones. Y con consecuencias fatales para millones de personas. Pero los que apuestan por este modelo, solo ven el beneficio inmediato: el control del poder y de la riqueza. No quieren ver las consecuencias. Y ya no estamos hablando de una guerra mundial como las del siglo XX, en las que las potencias lucharon para expandir su influencia a costa de millones de vidas. Ahora nos jugamos nuestra supervivencia como especie: nadie sobrevivirá al una guerra nuclear, a un cambio climático inciontrolable o a la superpoblación de un planeta con recursos limitados y muy mal repartidos.
Igual suena muy apocalíptico, pero los grandes males se originan en pequeñas acciones y convertir progresivamente una democracia en un remedo de si misma es una de ellas. Y, como dices, así nos va.
Un saludo
Me identifico plenamente con lo que dices. Urge el impulso a un nuevo modelo de desarrollo antagónico al capitalismo. Está en juego el futuro de la humanidad. Un abrazo javi
Totalmente de acuerdo. Lo que más me ha indignado de todo esto es el papel de los medios. Ni una sola mención, ni una letra pequeña. Me refiero a los grandes medios claro. Los que ya lo sabíamos nos hemos enterado, pero qué mérito hay en eso. Me gustaría saber si hay alguna plataforma neutral (me refiero independiente de IU) o recogida de firmas para intentar hacerse oír. Hay más partidos minoritarios en la misma situación, y esto no es una propuesta partidista, es una realidad democrática.
Un saludo
Debemos articular plataformas en defensa de una ley electoral justa. Esta debe ser un eje estratégico de la acción política de EB e IU. No podemos consentir que nos condenen a la ilegalización de facto . besos javi
Alucinarás, pero hasta que no he leido tu post no me había enterrado, y eso que suelo estar informada. Es vergonzoso pero nuestra capacidad de lucha es limitada frente a tantos agravios.
¿Es democrático que PP y PSOE necesiten 66.000 votos e IU 497.000 para conseguir un escaño en el parlamento? Pues que no me venga zapatitos y la pajín dandome discursos que me sale la vena eh?
Comparto tu rabia e indigación! Nos queda la lucha y la palabra. Es mucho. Utilicémoslas. besos javi