Confío en que a corto plazo la ética y el civismo tengan más fuerza que la tradición y la afición por los toros, y nos permitan superar, por fin, todas las contradicciones que hay al respecto. También en Euskadi. Os dejo un enlace del artículo de opinión que redacte para el periódico el Correo sobre este tema.
https://javiermadrazo.wordpress.com/articulos-de-opinion/toros-tortura-o-cultura/
totalmente de acuerdo. Como ecologista, defensora de los derechos humanos, de los animales, de los seres vivos, y reconociendo al más importante de ellos, el de la vida, no puedo soportar ni permitir que se juegue, se torture y nos divirtamos con los animales.
Estos días de conflicto entre taurinos y no-taurinos, aparte del dolor animal que es el principal motor para la abolición de esta cruel ‘fiesta’, pensaba yo si no tiene que ver también esa crueldad con otro tipo de crueldades humanas entre ellas la que mal llaman ‘violencia de género’. Indudablemente quien ‘goza’ viendo la sangre y el dolor de un ser vivo no va por el camino del espíritu, sino de la fiera que lleva dentro. El humano tiende cada día a la superación de su condición animal ¿por qué entonces mantener espectáculos que llevan a estimular bajos instintos?
La fiesta y la cultura no pueden estar unidas a la tortura ni al sufrimiento animal.Besos javi
Es necesario Fomentar la sensibilidad y la cultura del valor de la vida en general. Sobre todo en los jóvenes . Besos javi
No seamos tan puritanos. Si tanto os gusta el proteger a los animales, empezad por volveros vegetarios, nada de comer carne , y si ya estiramos un poco mas la cuerda no comais ni verduras ya que tambien son seres vivos. Y por si no lo sabiais el Toro de Lidia se cria y cuida porque, como su propio nombre lo dice es de Lidia, y sino fuera asi quizas se habria extinguido hace ya mucho tiempo.
Como dice el refran a Dios rogando y con el mazo dando. El que lo quiera coger pues ya sabe…
Tanta bobada, ni ostias.
Si hay que matar animales para comer que se haga de forma civilizada.No haciendo de la tortura y el sufrimiento ninguna clase de espectáculo-fiesta-supuesta cultura.Abrazos javi
Acepta que haya una mayoría social que entienda que no deban estar permitidos espectáculos que impliquen sufrimiento y tortura hacia los animales. Abrazos javi
Bueno… yo soy vegetariana…
Te admiro.Tengo mucho que aprender en esto de la alimentación sana.Besos javi
Me tienes que enseñar a hacer platos vegetarianos . Besos javi
Lo peor de esto, es que quiera predicar el que ha protegido a criminales y creerse civilizado por estar en contra de los toros es todo un ejercicio de demagogia, hipocresia y filibusterismo político.
No voy a los toros ni me gustan pero sigo creyendo en la LIBERTAD y de esto último el Sr. Madrazo sabe poco.
Su comentario parte del insulto y la descalificación . En qué se basa para decir he protegido a criminales?. Espero una pronta respuesta para poder dejar las cosas en su sitio. No acepto lecciones de ética y moralidad de ciertos personajes y grupos de presión que redonden a intereses muy concretos .Abrazos jav
Pedro, yo no soy vegetariano. Ni pienso serlo en el futuro, por más que a cierta amiga mía vegana le gustaría mi conversión.
No veo qué relevancia tiene ese detalle. Somos omnivoros, alimentarnos de otros animales está en nuestra naturaleza; no conozco ningún caso de sociedad tribal en el mundo entero que no comiera animales, el vegetarianismo es bastante reciente (siglo XIX, aunque hay precedentes como los seguidores de Pitágoras que eran también vegetarianos). Por el contrario, matarlos en un espectáculo cruel en el que se llama «héroe» al torturador no está en ninguna naturaleza, de hecho la muerte de animales se reducía en el pasado a aquellas que fueran necesarias para colmar necesidades.
Dirá el partidario de las corridas de toros que no hay diferencia entre aceptar una muerte por comer (cuando la dieta vegetariana es válida para todo ser humano, y por tanto la carne no es necesaria) y aceptarla por espectáculo. Puede que para algunas personas sea así, pero para mí no, y explicaré por qué.
Si hubiese sido soldado en una guerra y me hubiese visto obligado a matar para sobrevivir, seguramente eso no me convertiría en mala persona. Los soldados tienen que hacerlo, no les queda otra opción una vez metidos en refriega. Pero dudo que me dedicase a sacar fotos de los cadáveres que dejo para llevárselas posteriormente a mis hijos y señalar cada herida de bala, orgulloso, diciéndoles que eso me convierte en héroe. Hay cosas que aceptamos por necesidad pero no por ello son fomentadas.
Cuando matamos un cerdo para aprovechar sus carnes, el proceso es terrible. Para vaciar rápidamente de sangre su cuerpo se le mantiene vivo mediante un corte que hábilmente abre su abdómen sin tocar su corazón, para que éste lata con fuerza mientras el animal se convulsiona y grita, y la sangre mane a borbotones. Para cuando termina su agonía y el animal ha muerto, la sangre ha sido vaciada. Es algo que acepto (aunque me gustaría que hubiera otro sistema menos cruel), pero lo que no hago es llevar a un niño a verlo como si fuera un espectáculo de los Lunnis. Hay gente que sí lleva a sus niños a que disfruten del sufrimiendo del animal.
Las corridas de toros no son sacrificios de animales que vamos a comer, sino espectáculos que consisten en mostrar como héroes griegos, semidioses, a hombres cuyo único mérito es saber matar de forma espectacular. Cuando los niños ven eso, lo que están viendo es un ser humano provocando un sufrimiento atroz a un animal, que acaba desangrado y destrozado en la arena mientras el público aplaude y grita alabando al autor de la matanza. Ese niño aprende que la violencia salvaje puede no sólo ser justificada, sino incluso premiada con bienes materiales y altura social.
Ése es mi mayor problema con los toros. A diferencia de Javier y los comentaristas de este artículo yo no siento una particular empatía hacia el animal torturado, aunque obviamente cuando veo las imágenes de las corridas me siento incómodo, como cualquiera que vea sufrimiento. Es precisamente esto último lo que me preocupa: si a mí no me importa demasiado el toro pero aún así me siento mal al verle sufrir, ¿cómo puede haber quien vea belleza en ello? Me parece realmente inquietante.
Por todo esto, si los toros no se llegasen a prohibir, yo al menos pediría que se prohibiera la entrada de niños a ese espectáculo. Me parece increíble que nos preocupemos tanto por las obras de ficción que consumen, a veces llegando en ese anhelo de protegerlos al extremo contrario de actuar como nazis quemalibros, y sin embargo a día de hoy se permite con notable despreocupación que un niño pequeño pueda ver un espectáculo real que consiste en muerte y sufrimiento. Es incomprensible.
Por otro lado, otra opción sería prohibir la parte sangrienta del espectáculo. Que toreen a los animales usando capotes y demás parafernalia, pero no se les clave arma alguna. Si creen que eso destruiría la belleza de la «fiesta», es que lo que van a ver no es el toreo sino la sangre; y recuerden que se dijo lo mismo cuando se obligó por primera vez a que los caballos llevaran petos de protección (creo que por los años 30) y muchos taurinos vaticinaban la muerte de la fiesta nacional porque los caballos desangrados y muriéndose eran parte inseparable del espectáculo.
Enhorabuena! Me parece una aportación fantástica ! A tener muy en cuenta . La comparto plenamente más allá de algún matiz qué tú mismo señalas . Es un sarcasmo llamar fiesta a un espectáculo de tortura y sufrimiento. Es un puro anacronismo. Abrazos javi